[+18] Hades & Babi

Hugo Moore. Los enfermeros me empujaron fuera de la habitación del hospital, y la puerta se cerró tras sus espaldas. Estaba en Shock. Mi hermano estaba cubierto de sangre. Babi comenzó a llorar aún más desperadamente, Yaneth intentaba calmarla. Yo no podía asimilar muy bien lo que estaba pasando. Sentía un nudo en la garganta. No sabía si Hades sobreviviría, pero solo quería que lo hiciera. Hander se adentra a la sala de espera del hospital con las manos cubiertas de sangre, su rostro pálido, y su vestimenta destrozada. Babi se levanta, deja de llorar y su rostro se llena de rabia. Ella toma a Hander por la camisa con fuerza y lo acribilla con la mirada. Rubén no los separa, solo los mira detalladamente. —Más te vale que Hades esté bien, porque si llega a pasarle algo todo será tu puta culpa. —Babi... —No. —Babi detiene la oración de Hander, golpeándole sobre el pecho con las muñecas. —Lo siento...—Hander susurra. Y me sorprende, porque es la primera vez que le oigo pedir disculpas, al menos, sonando sinceras. —Tus putas disculpas me saben a mierda. —Babi le escupe, y él tensa la mandíbula, disgustado. —¡Le disparaste a tu hermano! ¿En qué mierda estabas pensando? ¡Por dios! ¿Todo por una chica? —Tú no sabes nada. —Hander le detiene por las muñecas, sujetándolo fuertemente. Me balanceo y estoy a punto de acercarme hacia ellos cuando escucho como Babi se queja de dolor. Apenas Hander deja de sujetarla por los brazos, ella se desploma sobre el suelo. Yaneth se acerca inmediatamente, y llama a un enfermero para que lleven a Babi a una habitación. Empujó a Hander con rabia. —¿Qué mierda tienes en la cabeza? Es una chica. —le refunfuño, ardiendo en rabia. No me gusta arreglar todo a los golpes como Hades, pero sé que si él estaría aquí le habría partido la cara a Hander, y yo, estaba con las ganas de hacerle mismo. —No te metas, Hugo. —cascarrabias, me observa con la mandíbula apretada. Él se pone a un paso de mí para intentar intimidarme, pero yo no retrocedo. La adrenalina que tengo me impulsa, y no lo pienso dos veces al lanzarle un golpe en la cara. Mi puño impacta con su rostro tan fuerte, que logró hacer que se retuerza del dolor. Rubén llega antes de que le pueda dar otro golpe, y nos separa a ambos, llevándose a Hander con él. Mi puño arde del dolor, es la primera vez que doy un golpe a alguien, así que seguramente me habré lastimado algún tendón. —Disculpa, ¿Necesitas ayuda con eso? —una chica con uniforme de enfermera se acerca a mirar mi puño detalladamente. Ella es linda, mechones de su cabello rubio se imparten en su rostro, tiene un fleco que la hace ver preciosa, y unos ojos verdes que hacen que parezca un ángel aun estando cubiertos con unas gafas. —Uh-hum, me duele un poco. —me quejo en un respiro, mientras la diviso de reojo. No puedo dejar de verla, es tan linda. —Como no, te vas lastimado un tendón. —me aclara junto a una mueca, y sus ojos se encuentran con los míos. Dejo de respirar, y le tiro una sonrisa encantadora, ella se sonroja al instante, y desvía la mirada. —Creo que puedo ayudarte. Sígueme. No lo pienso dos veces, y voy detrás de ella, viciado. Me muerdo los labios, tiene un lindo culo. No puedo dejar de verla, dios... ese uniforme la hace ver tan preciosa... yo me la follaría ahora mismo. Se voltea un segundo, asegurándose de que voy detrás de ella y me tengo que obligar a desviar la mirada y fingir que miro los pasillos del hospital. Ambos nos adentramos a una habitación y ella me pide que me siente sobre la camilla, mientras rebusca entre los cajones una venda que pueda ayudarme. —Y bien... —Ella carraspea un poco. Me lamo los labios y dejo de verme el puño rojizo para observarla. —¿Cuál es tu nombre? —Ella traga, grueso, nerviosa. La he puesto nerviosa. Me río un poco. —Hugo, Hugo Moore, y... ¿El tuyo? —Sophia, Sophia Brown. —responde apenas en un susurro. Suspiro, y le sonrió. —Bonito nombre. –ella se sonroja de nuevo, pero esta vez desvía la mirada para que no pueda verla. Se sienta frente a mí, y esta vez tiene una bandeja con alcohol etílico, unos cuantos algodones para limpiar mi herida y una venda. —Gracias. Hugo también es muy lindo. —agrega, y la sonrisa perfecta que me da me saca un suspiro. —La chica a la que defendiste en el pasillo... ¿Es tu novia?—Sophia me cuestiona. Me sonrojo ante su pregunta. Babi es muy linda, digo, extremadamente hermosa, pero no estaría con ella, Hades, la ama de verdad, y sé que los dos están destinados a estar juntos, porque ella también lo mira con los mismos ojos. —No... ella es novia de mi hermano, bueno, medio hermano. —Sophia pasa el algodón sobre mis nudillos y evito insultar al aire, me duele la mano, debo tener alguna herida abierta. —Ella está embarazada. —¿En serio? —Sophia abre los ojos como platos ante mi revelación. Asiento. —Yo... quiero decir, ella parece tener casi tu edad. —De hecho, tenemos la misma edad; dieciocho, mi hermano, Hades, es más grande que ella, pero solo por dos años. —Sophi me sonríe. —¿Y como se llama ella? —Bárbara. —le comento. —Pero Hades le llama Babi, así que yo también hago lo mismo. —¿Y dónde está Hades? —Sophie pregunta, de nuevo, interesada en el tema. Quiero llorar del dolor que me produce el alcohol, creo que ha metido demás en la herida. —Él... está internado ahora mismo. Tiene una herida de bala en el pecho, y no sabemos si podrá salvarse. —le suelto en un aliento. Sophie contrae su pena en una mueca y me venda la mano, para después levantarse y mirar con una sonrisa su buen trabajo. —Listo, Hugo, tu puño ha quedado limpio. Va a mejorar pronto, solo limpia la herida cada noche. —me indica, sonriente. Asiento, le agradezco y estoy a punto de cruzar la puerta cuando ella vuelve a llamarme. —¡Oh! Y... ¿Hugo? —¿Sí? —Ojalá Hades se mejore. —le devuelvo esa sonrisa encantadora que me da, y me giro, sin mirar atrás. Me cuestiono. Debí de haberle pedido su número de teléfono, y no lo hice, porque soy un tonto. Apenas cruzó el pasillo cuando alguien me sujeta del brazo con fuerza. Es Babi, quien está en una silla de ruedas. Un enfermero la maneja por ella, Babi está con una bata de enfermo. Le frunzo el ceño. —¿Qué sucede? ¿Por qué estás así? ¿Tú...? —Me ha dado un dolor muy fuerte, y el bebé está a punto de nacer. —Siento como mi alma se separa de mi cuerpo. ¿El bebé va a nacer ahora, pero si Babi apenas cumplió los 7 meses de embarazo...? Mierda, mierda. Me sujeto la cabeza, desperado. —Es un parto prematuro, y se da por varios factores. —me explica el enfermero que maneja la silla de ruedas. Camino a la par de Babi, sin entender muy bien lo que está sucediendo. —En este caso, por el susto y la conmoción tan grande que ha tenido, hizo que entrará en labor de parto. —Joder... —refunfuño, nervioso. Siento que las manos me sudan, si Hades estuviera aquí ya se habría desmayado de la conmoción. ¿Qué digo desmayado? Hades habría gritado como loco. —Hugo... Por favor... ¿Podrías estar conmigo mientras el bebé nace? —Babi me suplica, y apenas tengo tiempo de asentir cuando entramos al quirófano. El doctor me explica que tengo que tener puesto un traje especial encima de mi ropa, para hacer todo más higiénico. Le practicarán una cesárea. Me veo en el espejo fuera, no estoy listo para entrar, pero Babi necesita que alguien esté junto a ella. Su madre ha ido por las cosas del bebé a casa. Entró al quirófano, y estoy a punto de tomarle la mano a Babi cuando a lo lejos diviso a Hades, ¿Hades está caminando? Oh, no, se tambalea, pero se sujeta de las paredes para poder caminar perfectamente, o al menos, intentarlo. ¿Qué coño? Yo... no han pasado ni 24 horas desde que lo vi casi muerto. Los enfermeros a su al rededor le miran como si estuviese loco, y yo también. Hades se queja del dolor, pero finalmente entra al quirófano, y solo puedo ver la escena con una sonrisa cuando él toma a Babi de la mano y lágrimas gruesas recorren sus mejillas. Nunca los había visto llorar con tanto sentimiento. Mi corazón latía rápido. El bebé está fuera, todos escuchamos su llanto. La enfermera lo deja sobre el pecho de Babi, y Hades se recuesta sobre ella, abrazándolos a ambos. Y es la escena más linda que he visto en toda mi jodida vida. Hades está vivo y es papá.